Quesos Manchegos - Degusta el Sabor de la Tradición Española
¿Qué son los quesos manchegos? El queso manchego es de los más famosos de España, elaborado con leche de oveja manchega. Además, es un queso manchego con denominación de origen manchega, o D.O.P. Te mostramos la mejor galería a buen precio. También más información sobre este queso. ¡A que esperas para saciar tu curiosidad y apetito!
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¿De qué están hechos los quesos manchegos? Características y elaboración
Características:
Corteza del queso manchego: Es de consistencia dura y libre de parásitos, con color amarillo pálido o verdoso-negruzco. También tiene estrías en su corteza, producida por los moldes con que se elaboran.
La pasta del queso manchego: de consistencia compacta y firme, color variable, desde blanco hasta tonos de marfil amarillento. Además, su aroma es láctico, acidificado intenso y persistente, a veces con matices picantes. Vamos con el sabor, es fuerte, ácido y sabroso, con tonos picantes en los que están muy curados. También presenta pequeños agujeritos, aunque no tiene por qué. Al paladar es de sensación mantecosa, algo harinoso y baja elasticidad, aunque puede ser granulosa en quesos muy maduros.
Elaboración:
Queso manchego artesano: están elaborados con leche cruda de oveja manchega, sin someterse a ningún tipo de tratamiento térmico. Es el más complejo para hacerse, aunque destaca en calidad y matices naturales.
Queso manchego industrial: Se elabora con leche pasteurizada de oveja manchega. Tiene un sabor más dulce y es menos ácido. Al ser industrializado, su sabor abarca más tipos de paladares.
Tipos de quesos manchegos
Según su maduración:
Queso manchego curado: Con maduración mínima de 6 meses hasta un máximo de 11 meses. De un color más oscuro y amarillento que el semicurado. Además, al paladar es más contundente, un sabor más persistente, con buen retrogusto y cierto picante al final.
Queso manchego semicurado: maduración de 2 hasta 5 meses. Al paladar es suave y cremoso con tonos de nueces. Además, no pica.
Queso manchego añejo: También se le conoce como manchego viejo o reserva. Con un mínimo de 12 meses de maduración, pierde toda la humedad, su color es amarillento, se desmorona fácilmente y gana en sabor picante e intenso.
Según su aspecto exterior:
Queso manchego con corteza limpia y libre de mohos: Suelen ser de color amarillenta o pintada de color marrón, esto es clave para su exportación y mantenimiento, pudiéndose envasar fácilmente al vacío.
Queso manchego sin tratamiento de corteza: poseen moho natural en la corteza y un cepillado artesanal, lo que hace que sus colores tengan otros tonos más negruzcos.
¿Cómo se diferencia un queso manchego?
La mejor manera de diferenciar los quesos manchegos de los demás es probándolos. Recordarás un sabor intenso y característico del queso manchego. También puedes mirar su etiqueta de denominación.
¿Dónde comprar quesos manchegos?
Puedes comprar un queso manchego con denominación de origen protegida (D.O.P) en La Mancha. Pero también puedes hacerlo en nuestra tienda de quesos online que mejor se adapta a tus necesidades (Quesoricos.com). En nuestra tienda hemos mezclado la tradición artesanal con la venta más innovadora online. Con esto te ahorramos gastos, tiempo y dudas.
¿Son saludables los quesos manchegos?
Ahora veremos sus propiedades nutricionales y beneficios:
Es rico en grasa, aportando energía y proteínas.
Ácido graso omega 3 e linoleico, para la salud cardiovascular, neurológica e inmunológica.
Calcio para huesos y dientes. Yodo para cabellos y uñas. Además, fósforo para las funciones biológicas del cerebro.
Vitaminas A, D, B y E para el riñón y los aminoácidos del metabolismo.
Queso manchego sin lactosa. No la contiene y vienen bien para quienes no realizan ningún tipo de ejercicio.
En conclusión: Es apto para todas las dietas, siempre que se consuma con moderación.
Flan de queso manchego
- 250gr de Queso Manchego.
- 4 huevos.
- 1 leche evaporada.
- 1 leche condensada.
- Vainilla (opcional)
- Mezclar la leche condensada con la evaporada y licuarla.
- Añadir a la mezcla los 4 huevos y volver a licuar.
- Añadir también el queso, en trozos pequeños para volver a licuar sin que queden brumos.
- Echar en un plato para hacerlo al baño maría.
- Meter en el horno entre 250 y 230Cº durante 45 minutos.
- Una vez frio le puedes echar caramelo, finas hierbas, fresa, etc.
